Hoy empiezo una andadura que ya comenzó hace unos años como algo más familiar y privado con mis queridas E-Milias, me daba cierto pudor (en realidad, bastante, es un mal español del que creo que estamos saliendo) Sin esperar respuesta de mis lectoras, recibiendo con regusto algunas de ellas.

¿Por qué hablo en femenino? Bien, todo comenzó cuando, por pura casualidad, nos enteramos de que una antigua compañera del colegio estaba enferma, no sabíamos ni de qué ni gravedad. En resumen que me lío la pata y se me va el hilo, organizamos entre las compañeras del colegio un montón de correos electrónicos para animarla y aquello se me fue de las manos... Continúe mandando e-mails casi a diario.

Me gusta escribir desde que era muy pequeña, guardo aquellas libretas y de vez en cuando las vuelvo a leer (¡Madre del amooor! Que preocupaciones "más gordas" según la edad...) Ahora es divertido recordarlo pero en su momento algunas de aquellas cosas no lo fueron tanto, en fin, cosas de la edad.

Así que pensé...  y ¿Por qué no? Mi hermana cumplió años el otro día y dice que a cierta edad ya empieza a chuparte un pie todo, en este caso nos estábamos refiriendo al tema "cumplir años", día que a mí me gustaría que tragara la tierra y me escupiera en una playa en Malibú, de hecho, estaba intentando desearle un día estupendo e hipermegafantástico, con toda mi buena intención y acabó diciéndome:_ Mira déjalo que me estás felicitando y te estás pillando un cabreo! Es que yo no soy de un cantar popular en las onomásticas, me tengo que extender más y acabo como el rosario de la Aurora (Pobre señora cómo lo tendría de sobao o qué mal lo rezarían a esas horas...Según se mire el dicho) O hablando en plata: cagándola.

Creo que todo esto me servirá como desahogo y disfrutar un rato de algo que tanto me gusta, espero que sea de vuestro agrado, y si no lo es, a otra cosa mariposa que para gustos los colores y ¡Pa mí la vida!