Mis bellas durmientes

Qué ilusos! Pero cuánto derroche de sueños! Y tanto, como que desde hace 15 años que en esta casa no hay quien duerma más de tres horas seguidas. Uno sabe donde se acuesta pero no dónde se va a levantar, es el "pijama´s party" del hogar dulce hogar. Una juega loca que nos traemos...
Cuando nació Jr pensamos que era lo normal, sólo dos de mis amigas habían tenido bebés, y me dijeron (también la pediatra) _Ahhh! Tú tranquila que poco a poco le irá cambiando el sueño... Y sí lo hizo, a peor. No era un despertar de un ratín o que se le ha caído el chupete, era que quería juerga morena, y una que se hizo diecisiete cuadros de punto de cruz (qué insensata, como para quedarme ciega!) porque no dormía nada en el embarazo y algo había que hacer, pues andaba a falta de descanso. Pasaron unos meses y me quedé embarazada de Teresa, esta además de ser enoooorme de dolerte los brazos al cogerla, era una soñera que las carnes se le fueron reduciendo y pasó a ser un poco biafreña, pero a mí eso me daba un poco igual... Aunque debo decir que prefiero que no duerman a que no coman, es desesperante. Creo que no las he matado de puro milagro, pero por desesperación e ignorancia, sólo poniéndolas boca abajo abrían la boca, así que allá que iba yo y las medio tumbaba para que abrieran y meterles cuchara,... Pero me estoy desviando del tema. Fuimos a un curso para padres, y el pediatra que nos daba la charla nos bronqueó por hacer caso a las niñas, claro que él tenía 9 hijos, si hubiera tenido que hacerles caso a los 9, no me hubiera dado la conferencia, ni echado la bronca, estaría criando malvas que aquel experto ya estaba entradito en años. Me leí el famoso método Estivill "Duérmete niño", debía ser sólo para niños, XY, al tercer día, estas no se dormían y dije, que venga Eduard a dormirlas, que estas son duras de pelar y están en riesgo nuestras vidas. Por entonces y seguimos igual salimos todos los días a trabajar en coche, yo cerquita, maridín cruza la frontera a diario con Portugal, y si el día es intenso pues se planta en Lisboa en un plis, no es raro que lo haga un par de días a la semana,... Fue un gran consuelo conocer la teoría opuesta de Carlos González, con su "Bésame mucho" pero también un coñazo, este cuerpo no podía ni puede en la actualidad tirar de sí, a no ser que haya vómitos o fiebre de por medio, y la cama se convirtió en "cama redonda", mis hijas, las dos segundas son un milagro de la naturaleza, algún día que se fueran con las abuelas,... Bueno también se solían despertar más o menos a la misma hora, con lo cual, les teníamos cogido el tranquillo. Para colmo la nº2, con un sonambulismo de aúpa, que nos fuimos unas vacaciones a un hotel y la pilamos corriendo por el pasillo, despelotándose y llamando a todas las puertas... Un tesoro de hija, así que con el ojo medio abierto todas las vacaciones.

Cuando se han ido internas, lo de Marta era fácil (eso creíamos) no ha sido la más dormilona, se despierta mínimo 3 veces por la noche y ha tenido fiebres frecuentes, vamos que en otra época sin el santo Dalsy, no hubiera sobrevivido. Pero eran dos menos a que te dieran el susto nocturno. Esta visto que no puede ser, que cuando las cosas vienen como vienen es por algo.Y de tal palo tal astilla, que si su madre es insomne, pues las niñas se han desarrollado en el vientre materno en plena actividad materna, y eso debe imprimir carácter de poco dormir, bueno en realidad ellas descansan, los que no lo hacemos somos nosotros, que en camas de 90, dos personas duermen fatal. Me he planteado que todos tengamos camas de 1,50, pero ya os he dicho que mi casa no es Bukingham. Hubo un tiempo en el que mi madre me preguntaba _¿Qué quieres por tu cumpleaños hija? _ Una siesta mamá, una siesta muuuy larga, eso es muy buen regalo. Ahora ni eso, Marta esta sola por las tardes y si no tengo trabajo (que mi madre dice esto no es el magisterio español que ella creía) hay que estar ahí para que no la líe parda. Le da por cogerte el teléfono y hacer videos, se cree que va a salir en youtube. Nos reímos mucho, pero puede grabar cualquier cosa que no sea necesaria ver.