La feria... del libro.

Por esta época o llueve o nos asamos de calor, pero no voy a hablar del tiempo ni estadísticas, no, mi termómetro desde hace años es la feria del libro (o te asas de calor, las casetas las han modernizado, les han puesto aire acondicionado porque los libreros caían como chinos o llueve y te dejas los zapatos en el barrizal) que desde que llegamos a vivir a Mérida se celebra siempre en mi casa o como decía ayer mi hija pequeña: _ Ay! mamá! Cuánta gente en mi jardín! Y es que me tiro del balcón y me estampo contra el techo de una caseta y si caigo de pie me compro un libro directamente.

Lo que yo os digo, me caigo encima de las casetas...
Con lo que nos cuesta que este césped se venga arriba, justo en lo mejorcito... ¡Zasca! Empiezan a montar los estalaches y el escenario para mi gran alegría y la de los vecinos del barrio,...
Yo creo que el ayuntamiento ni se plantea el tema de cambiar de zona que esto da mucha vidilla, Mira que vidilla precisamente estas últimas semanas será lo que nos sobre, entre la feria de "mi casa", Emérita Lúdica y todas las clausuras de las estraescolares de los niños a las que hay que ir... Una acaba agotaica.
Lo cierto que la feria a mí no me molesta para nada, es más me chifla, si no fuera porque está ese escenario con esos decibelios que destrozan los oídos de cualquiera , que con las ventanas con ese cierre hermético lo hacen más llevadero, pero aún es peor, antes escuchabas nítidamente, ahora es como el maullar de un gato, eso en el mejor de los casos, y ya puede venir Ainhoa Arteta, que va a seguir sonando como un gato gastando su séptima vida. El caso es que estás abajo y no molesta, debe ser por el bullicio del ir y venir, de adultos y niños alucinando con libros, cuentos, los escritores invitados para firmar (ayer tuvimos nada menos que al mismo Boris Izaguirre) Temo el año que empieza a hacer calor por estas fechas y todavía no es como para poner el aire acondicionado... Abrir las ventanas es igual a no dormir ni hacer nada que no sea planchar, que no hace demasiado ruido mientras los lirones de casa reventados, se rinden a los brazos de Morfeo, a mí este dios me tiene tirria y ni me abraza ni me coge ni me acaricia ni me nada, como mucho me da una patada en el culo, ¡hala ahí te pudras! abrazada a la miseria, ves tú esa me acoge con más cariño del que necesito,... Estoy en la cama escuchando alaridos hasta que quieren terminar. El año pasado fueron prudentes y terminaron entre doce y doce y media, anoche "el grupito" hasta más de la una de la madrugada me tuvo como una lechuza pero como contraten a alguna banda que sea grande (el año pasado trajeron unos que cantaban habaneras que sonaban genial, eran ciento y el padre, sólo voces masculinas, es que tocó abrir las ventanas, hacía calor) y con muchos amiguetes, la llevamos clara. Ahora mismo son las seis y cuarto de la tarde, ya están con las pruebas de sonido... Yo creo que mejor me bajo y hago otra adquisición que ayer me supo a poco uno sólo."Tú no eres como otras madres" de Angelika Schrobsdorff (y me quejo yo de apellido...) Muy buena pinta, me lo han aconsejado y me fío mucho de las fuentes, pero voy a por alguno nacional que tengo en mente. Si no puedes con ellos, únete. Es lo que voy a hacer ponerme el disfraz de cultureta, bueno mejor las mallas que luego tengo Pilates.
Y pa todas y todos esos libreros la vida esta semana y nosotros que la disfrutemos como sea! Acabaremos sobreviviendo...


Alguien me puede traducir los otros títulos
 de esta señora? No se aprecia bien en la imagen,
 aparecen todos escritos en alemán!!!
Muy recomendable, ya lo empecé y estoy entregada.

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