Pensándolo friamente (nunca mejor dicho) no están para mostrar mucho, ni se conocen, una está mirando a China y la otra a Acapulco, pero al final de la recta gravitacional (joé si me ha costado encontrar la palabra...) se encuentran , cual pimiento morrón, y eso que me aseguraron que "el boost reafirming" que, meticulosamente, me echo dos veces al día, es megafantástico, eso me dijo la vendedora (por eso la debieron contratar, fui víctima de su red de araña atrapa tontainas, me tocó la mejor vendedora de toda la tienda de cosméticos) Ya debería haber empezado a notar los efectos antigravedad, más que nada, porque las otras opciones, eran la cinta americana de pezón a hombro, como las Kardasian, pero deben tener piel de lagarta, fuertota e insensible, que a mí me da repelús, sólo pensar en el tirón para quitármela... Me duele el alma. Y de operación ya no hablemos, temo el dolor y que me las dejen como paperas al cuello. Quita, quita, aún no confío tanto en la medicina estética. Que no estoy en contra, a favor completamente, si se hace con moderación y quita complejos innecesarios, es muy importante sentirse a gusto con el cuerpo que vas a llevar toda tu vida.
Sigo con lo de las vacaciones, que con lo del pecho he perdido la cabeza completamente. Pues eso, que una quiere hacer un plan, otra tiene otro, la pequeña nos lleva a los hinchables (fácil, están en la mismita puerta de la urbanización) Al final, nosotros, sufridos padres, con tal de pasar los 15 días de vacaciones, lo más llevaderos posible, nos vemos en la tesitura de dar gusto a todo el mundo (nuestro mundo familiar, me refiero) No es tiranía, es aflojar la cuerda por unos días, ya las meteremos en cintura cuando haga falta. De momento, una ya se ha venido a casa sola (= castigada) por egoísmo puro y falta de respeto al progenitor.
Y yo me pregunto ¿Cómo lo harán los japoneses? Van en hordas por donde turistean, en las pocas vacaciones que tienen al año, claro que en sus ratos libres, deben ver sus vacaciones en la tele o el ordenador de última generación (no espero menos de ellos) porque ven los países a través de los objetivos de sus cámaras, ahora móviles (esos no es que sean de última generación, es que deben hacer el pino y la voltereta lateral según el botón al que des)
A mí no me importaría nada colarme en unas vacaciones tecnológicas de esas, pero creo que no sirvo, ni le encuentro gracia ni encanto, eso debe ser aún más agotadorrrrr que estar en la silla cubierta de toallas intentando leer y ser la vigilante de la playa de la pequeña (el que NO duerme a mi lado en vacaciones se convierte en ingeniero-arquitecto y le hace unos castillos de arena que lo flipas, se baña con ella, en definitiva no le quito su mérito, que tiene mucho) mirar "las ballenas varadas" (a las que admiro profundamente por desechar sus complejos en bikini) y ver tendencias en sillas, mesas y sombrillas portátiles, cada vez más conseguidas.
Hoy empiezo con los paseitos que me estoy quedando entumecida de estar quieta, superior a mis fuerzas, pero estos últimos días he estado muy cansada, energía escasa hasta para funcionar en casa, superada esa etapa, pasemos alegremente a la de los paseos buscando el baño más cercano, sin tener que meterse en el mar, que se me cortan las ganas, quien diga que no lo hace, es la reina de Saba o tiene una vejiga a prueba de antidiuréticos... Pa nosotros la vida! Ya os enseñaré fotito, pero con el blanco niveo que luzco, aún es pronto. Sed felices.
¡Qué bonito es viajar en chupipandi! |
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