¿Dónde está el otoño?

Acabo de llegar de la calle y puedo decir que estoy como Elsa, la de Frozen, toco una sardina con los pies y la dejo congelada de inmediato. Mi cerebro no está preparado para estos cambios tan bruscos, es como cuando das un sorbo a una granizada y se te congela el cerebro, hasta duele aunque estés a 40º. Además lo estipulado son las cuatro estaciones ¿No? Pues a mí que me devuelvan el otoño, ni veroño, que te asas hasta la deshidratación, con sudores parecidos a los de la menopausia, bueno, no, esos no, que son repentinos y te dan ganas de despelotarte, da igual donde estés (eso dicen las que sufren sofocos, ya os lo contaré cuando me den, es lo único que me falta ya) 
La semana pasada tenía a una de mis hijas con la cara metida en la nevera porque tenía calor, tomando yogures, helados y gelatina a manta. La compra de esta semana ha sido similar... Cualquiera toma yogur por la mañana por muy Bio que sea y vaya mal el tránsito intestinal... Caducan en noviembre, veremos, espero que no acaben en la basura, me daría mucha pena tirar comida así porque sí. Ya sé lo que voy a hacer, voy a darles un calentón de microondas para no pillar placas.

Bueno, a otra cosa mariposa.
Andaba yo algo preocupada porque todo esto parece frívolo y se da al chiste fácil, pero leyendo una carta de una señora al Telva, con toda la razón, explica que estos pequeños momentos de asueto, sin pensar en las frustraciones, las obligaciones, necesidades, facturas, vida familiar chunga, enfermedades varias, graves o no, los laborales... 
Sin estos ratitos, la vida sería mucho más difícil.

Cuando me acuesto, no me pasa lo mismo que a maridín, que deja la mente en blanco y ya... hasta que le despierte algo, es lo que más envidia me da, ya puede tener la mayor preocupación del mundo, que las ha tenido, que se queda tieso en 0,2. Me acuesto, me levanto a hacer pis, se me han olvidado las pastis en la cocina, otra vez a levantarme, ya de paso vuelve a haber 2 platos en el fregadero y los guardo..., cuando consigo meterme en la cama definitivamente y ya no tengo nada más que dormir, me pongo a hacer balance del día y alucino con todo lo que he conseguido hacer, y lo que me ha quedado pendiente, hay veces que hasta me aplaudo en bajito para no despertar al que duerme a mi lado, eso cuando estoy positiva, otros me entran unas ganas de llorar tremendas, pero no de emoción por haberlo conseguido... De cansancio puro y duro, porque me duelen hasta las pestañas y ya de las uñas de los pies ni os cuento. Pienso en cuándo va a acabar esta etapa, y, la verdad, no le veo fin. Supongo que mi propio cuerpo un día dirá_ ¡Basta! Te estás machacando para nada. Da igual no ser tan puntual y llegar quince minutos antes de la cita, no ir a la reunión de la academia, no pasar la mopa todos los días, y tener una montaña de plancha. Llévate a la niña al parque ahora que aún se puede, ya tendrás tiempo de quedarte y hacer todo eso... 

Gracias a todos esos pensamientos "carefree", sobrevivimos. No es lo que anuncian  que se llama procrastinación (me suena a crastación , ufff) Se trata de jerarquizar. 
Para mi hija es más importante ir al parque, ahora que podemos, o montar en bici, hacer pompas de jabón, estar al aire libre... que el invierno es muy largo, por eso reivindico el otoño, para poder ponerme una gabardina, o decir que tengo ropa de entretiempo, no pasar del gazpacho a la sopita caliente, dejar que los días se vayan acortando poco a poco, ir entrando en el frío paulatinamente y que mi pobre mente lo entienda, la mía, y la de otros tantos majarones que sufrimos estos cambios como si se nos fuera la vida. Pero ya veo que esto no es lo votado, así que habrá que hacerse a los nuevos cambios de la mejor manera posible e ir encajando las piezas con pataletas o sin ellas, que las penas vienen solas.

Hoy he tenido que hacer un enorme esfuerzo, enooorme, os lo aseguro, con el "jaloguín" en la clase de inglés... Pues una vez dado el primer paso, ya está! Sigamos danzando con los esqueletos. No paséis demasiado frío y sed felices.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

El contador a 0 de Pablo...

Pues no tengo ni idea de cuándo salieron a la venta las entradas del Stone Music Festival, el caso es que me llegaron por correo dos, con un...