El Hola! de la historia.

Tengo que reconocer que mi vida es bastante aburrida, pero visto que las vidas animadas excitantes que conozco, no son propias del Pinterest o Instagram..., Virgencita que me quede como estoy.

Dentro de todo este aburrimiento, además de pelearme contra los elementos, no sólo los naturales, los humanos dan mucho de sí. Lo del frío es de lo más normal, por favor! A estas alturas otros años habíamos tenido heladas desde diciembre y este año no, pero nos dice el hombre del tiempo que viene una ola polar..., y ya estamos tiritando antes de que llegue. Además para los esquiadores, FETÉN, que diría mi madre (muy de guateque, ¿Verdad?), y para los empresarios y trabajadores de las estaciones de esquí, CHACHI, que diría yo. Para los que no lo somos, pues NI FÚ NI FÁ.

Bueno, dentro de que no voy a salir en la portada del Hola! Ni en chiquitito si quiera ni soy un  icono para el Telva, lo cual no es mutuo, considerando que es mi revista de cabecera, pero vamos que si tuviésemos que salir todas las lectoras ¡acabáramos! Al menos las que somos generacionales, quiero decir, nuestra madre la lee, nuestras hijas también serán lectoras, creo, al menos ahora me las quitan de las manos ¡Oigaaaa! igual que en el mercadillo.

A lo que voy, que me lío la pata. Estoy leyendo, mejor dicho, vuelvo a leer Historias de la historia de Carlos Fisas. En su momento, que no era precisamente una lectura que hubiese elegido una joven de veintipocos. Pero vi a mi padre a carcajadas sin tomar apuntes, ojito, que ese dato es importante, pues que me entró curiosidad. 
Era como leer el Hola! de todas las dinastías de Europa, que básicamente, Carlos III sus generales, se encargó de que fueran españolas. Supongo que después de mucho investigar, aunque aquí, todo se sabe, que España es pequeña (pero GRANDE) y aunque pasen generaciones no perdonamos o santificamos, según lo gordo de la cuestión. 

Hace ya un tiempo volví a buscar el libro a casa de mis padres, para rellenar huecos, mientras me llegaban los que había encargado, ¡OH! Sorpresa! Expolio de quien sea, no lo hallé. Pues muy decidida, a la librería de turno. ¡OH! Descatalogado!! Eso es peor. Pero si DEBERÍA SER LEÍDO POR TODOS LOS JÓVENES ESTUDIANTES INSTITUTEROS! Al fin y al cabo es lo que se les va a quedar si no se pasan con los estupefacientes colgaos pa los restos... 
Este Carlos Fisas era un crak, ya se encargaba él de contar con mucho humor, la situación real (me refiero a la royal) y acuñar la situación política real (no royal) en serio. Fue un gran disgusto, o me ponía en contacto directo con Carlos fisas, recurriendo a una pitonisa, que ya no sabía si estaba en vida y cuerdo, o con alguien de la editorial, que me mandase a hacer gárgaras educadamente. 

Claudiqué, no lo busqué más, fin, finito, au revoir, the end, sayonara baby...
Cuál fue mi sorpresa, que a los meses de la intensa búsqueda por las librerías o la biblioteca de casa, un día mandé a las niñas a hacer un recado. Raro, pero lo hicieron, y me traen una sorpresita...

Mi tesoro, acabo de descubrir que volvió. ALELUYA!
Resulta que el librero, haciendo limpia, había encontrado un ejemplar en el almacén del año en el que Matusalén nació, y me lo regalaba!! 
Yo no sé si fue el Karma que me tiene muy unida a este señor historiador, que por lo que leo, o ha llegado a los 100 años, o está a punto de cumplirlos, aunque, personalmente, opto más por la versión, criando malvas.
Cambió mi pensamiento sobre el coñazo que son los historiadores en general, que la historia bien enseñada es muy divertida, a pesar de tener que aprender fechas, verdaderamente significativas, más que nada, porque a ellas debemos algunos PUENTES Y FESTIVOS, que las criaturitas sepan, al menos el porqué, no pido mucho más, tampoco es que les vaya a ayudar mucho más en la vida, sino es por no volver a repetir los errores del pasado. 
Pero esto es lectura para chicos más o menos superados los 16, anteriormente, muy divertido y práctico, aconsejable al 100 x 1000,
Herramienta de trabajo imprescindible.
Pequeña historia de España de Manuel Fernández Álvarez, infantil y juvenil. No es un tostón, pero como siempre, todo depende de los alumnos y del profe que te toque. 

Estos señores historiadores, han conseguido que leamos historia como aquel que lee el mayor libro de entretenimiento, sin ser eruditos en la materia. Y eso es fantástico, sensacional. 
Seguro que hay muchas historiadoras divertidas, pero aún no han llegado sus legados a mis manos. 
Cuando salió el libro Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes de Elena Favilli y Francesca Cavallo, me dije _Guay!
Pero, no. Estáis teniendo mucho éxito, de lo cual me alegro, pero, contar minibiografías de señoras ilustres que han hecho grandes cosas por la humanidad, o pocas cosas por ellas (a mi modo de ver, me vais a echar a los perros, pero Frida Khalo, no sé si es que yo he leído mal, o mi interpretación es otra..., hizo mucho para todo  su dolor e impedimento que sufrió, fue una persona con mucha influencia del panorama intelectual y político de su época en Méjico, que ha iluminado a otras mujeres, pues me alegro, pero_ Siempre hay peros_ No me apasiona, y así con otras. Muy reivindicativo de la feminidad, a tiernas edades, lo siento, señoras autoras, no me parece infantil; las niñas ya sacarán sus propias conclusiones, dejémoles pensar, no es malo, que piensen ¡Dios bendito!)
El mundo está hecho para los hombres, el mundo está hecho para los diestros, el mundo está hecho para los que toman comida orgánica,...
Qué vivan, que ya es bastante! Y que el mundo no los engulla! Que la historia la hacemos todos y todas.

Pa vosotros la vida, historiadores, poned un poquito de humor al tema.
Sed felices.



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