
La verdad es que si mi padre hubiera hecho como con uno de mis hermanos, y hubiera tomado el santo del día, me hubiera tocado llamarme Cándida. Vamos a añadir el factor de que tenía una tía muy querida, incluso algo más de la que llevo el nombre... que se llamaba así. ¡Horror! Candi, Candy. Eso si no me hacen una poesía con las temibles que salen ahí mismito.
Esto no es para que me felicitéis corazones. Ayer me pregunta maridín qué quiero por mi santo... Y yo en pleno evento de mopa, cristasol,
Respuesta a la pregunta del dichoso regalo, que no necesito NADA... _ Una aspiradora que limpie y friegue.
Cabreo para el resto del fin de semana, pero no sé cómo lo hace para que parezca que soy yo la que empieza las riñas, que no pueden ser mayor jilipoyez (no pongo gilipollas, porque escrito mal, suena más gordo)
Pues ya tuve el día hecho, mañana de Cenicienta, mientras él no paraba de hacer cosas como una máquina de matar... Se planchó 3 lavadoras, más lo atrasado, fue al Mercadona, a relajarse y, de paso, hacer la compra de la semana, hizo la comida, pese a que le dije que la hacía yo, le vi tan estresado o furibundo, que preferí quemar unos filetillos, y el sacrificio de cocinar una sopita (lo que viene a ser: darle un calentón al caldito en el microondas y cocer la pasta, super difícil ¿Eh?) E ir a por la niña a Villafranca, que venía de un partido de voley. También me preparé para ir, pero me quitó las llaves del coche.

Un ramito flores, si quiere tener un detallito y tres hurras por Santa Inés!!

Pa vosotros y mi hucha (para la aspiradora) la vida.
Sed felices.
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