No ha sido una semana de fallas, ni si quiera de tirar un petardo, me voy a poner menos optimista todavía, ni de tirar una bombita al suelo.
Pero poner eso en un blog no llama, no es lo que uno quiere leer. Ayer terminé un curso en el colegio, que hemos estado haciendo todos los compañeros, sobre gestión emocional. En un principio fue árido, además, previamente me había apuntado al mismo, pero no sabía que la ponente era la misma persona, al mismo curso!! Si es que soy masoquista o espero algo más de la vida, no sé.
Llegan las dos primeras sesiones, que fueron a las únicas a las que asistí, en el centro de formación de profesores (CPR) Exactamente igual, lo mismito, las mismas palabras, el mismo guión, las mismas explicaciones... igualito, igualito, y yo haciendo "Spoilers" a tó kiski, que estaba sentado a mi lado, eso está feo, lo sé, la próxima vez intento callarme... El tema fue, que llegamos para darlo todo, y lo único que nos dimos fue una sesión de aburrimiento supino, y casi, de siesta incómoda en una silla de examen. La señorita apagaba la luz y nos decía con voz muy suave que cerrásemos los ojos, pues a las cuatro de la tarde después de comer, con la tripa llena y calentita,...una cama! Menos mal que no había que tumbarse en esterilla, si no, fijo que más de una sucumbe a los brazos de Morfeo. Para colmo la colega, tenía un acento extraño entre extremeño y deje de psicoanalista argentina, así que imaginad lo suave de las indicaciones para estar concentrados en nuestros propios pensamientos.
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Soy la de amarillo que iba deportiva... |
Mi compañera decía que le daba la sensación de haber estado en el psicólogo y que no era lo que esperaba.
Tod@s teníamos grandes expectativas acerca de las genialidades que nos iban a enseñar para controlar las emociones, y hacer actividades sensacionales y motivadoras, a la vez que enseñásemos a gestionar nuestras emociones con los alumnos... y nasti de plasti.
Desde ya os digo, por la experiencia que me avala, en loqueros varios y de varias especialidades... que esta chica, en vez de haber sido traductora, y más tarde derivar su vocación hacia la paz interior, el coaching y la intensidad más profunda que pueda alcanzar el ser, después de los yoggis (maestros de yoga, no primos del oso más famoso de Yellowstone), de los "japis" o happies y los monjes tibetanos... Dios, pobre,... cuánta frustración, hasta que se diera cuenta de que lo de la traducción no era su oficio sino su afición, vamos que iba a pagar la hipoteca a base de cursos de inteligencia emocional o dormideras.
Es lo más parecido a ir al psicólogo, así que le dije a mi compañera, que se dejara de psicólogos y gaitas, que esta chica lo hacía de maravilla. Y como me puse un poco brava, vamos, que hablé un poquito alto, en ese clima de quietud, parece todo brusquedad, no más.
Una de las mejores sesiones me la perdí, por motivos de logística, mis padres tenían que atender sus asuntos varios (ir a una visita al teatro romano, lo cual está muy bien, patrocinado por el MAM y sus amigos, la asociación a la que ellos pertenecen) Y no pudieron hacerse cargo de nº 3, así que someter a la niña de 5 añitos a tal soñera, o a mis compañeros a no disfrutar de ella. La niña es una santa, pero hasta los santos tienen su límite, y a esta le da por ponerse impertinente o graciosilla, según le pille el día.
Me perdí la presentación con el "Gong", me moría de la risa... Cuando ví el almirez de Guadalupe... Lo que hay que hacer¡Mamita! A mí todo esto, me da la risa, sin acritud ni ánimo de ofender, es que me parece, una puesta en acción, un recreo, una performance, que le llaman... Que es lo más!! El caso es que suena:_ Gooooong!!! Gooooooong! mas suavito...
goooooong... Todo muy de relax. Creo que tanto psicólogo me ha dejado un poco (más) traspuesta de lo normal.
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El spsicodelia gong! Yeah!! |
Volví a a siguiente sesión, en blanco, luego me enteré que uno no puede dejar la mente en blanco, que eso es imposible, los pensamientos van fluyendo y no paran, porque el cerebro no para su mecanismo de pensamiento, yo creo que algún modo "pause" debe haber.
Lo intenté, y después del experimento social de "
13 razones": la importancia de las palabras en la clase, más todavía.
El tema de la última sesión era "La resiliencia", alguna idea vaga (soy vaga para casi todo...) de lo que se trata, he oído tantas veces hablar de esto, que acabo por desconectar. Es lo que se dice de tantas veces escuchar lo mismo, al final, por un oído te entra y por otro te sale, pues tal cual.
El caso es que es una palabra no moderna, llamemosle así, usada en física, es la capacidad de un material para recobrar su forma inicial después de haber estado sometido a altas presiones (vas a la wiki y lo explica fenomenal)
Esto se ha traducido, más o menos de la misma forma pero con nuestras emociones, en las que se transforma la definición (joé, esto parece un tratado de psiquiatría,... ya quisiera) Es la capacidad de adaptación ante la adversidad. la adversidad, entiéndase como estres, problema puntual, algo que te pone la vida patas arriba y no sabes por dónde empezar para solucionarlo.
Ya sabía yo que tengo una habilidad pasmosa para estar bien, hundirme con un "golpe" y sobreponerme al instante, sea fingido o no, porque se trata de buscar soluciones, lo que ha pasado ya no tiene remedio, nada puede ser como antes, más que nada, porque el reloj no para, puede mejorar o ir a peor. Esta semana, he tenido dosis de resiliencia para dar y tomar, no para regalar, que he estado muy achuchada, sin saber cómo ni porqué, me han dado hasta en el paladar, y como no es cuestión de amargar la vida al personal, pues, sonrisa fingida, a veces, y como dice una compañera (no la de nivel, otra) abrazada a la miseria, pero no por autocompasión, que se me da bastante estupendamente, sí esas dos palabras juntas, pero la importante, autocompasión, no me gusta nada de nada... Pues tratar de no amargar al personal, que cada uno sabe lo que tiene, y detrás de una cara no sabes lo que hay detrás.
Lo de sobreponerse y adaptarse está fenomenal, pero hasta qué punto lo haces por tí o eres esclava de agradar al resto?
Tengo una personita muy cercana, que le va mucho este rollo, y por más psicóloga con máster en gestión de emociones que vaya, sigue en bucle, Vive la vida que los demás quieren vivir, lo peor,... se da cuenta de ello, y tengo la sensación de que se va a frustrar mucho en la vida, nunca va a ser suficiente, o no, igual me equivoco y manda a tomar viento, se va a un retiro espiritual, empieza con esto de la retroinspección personal, y empieza a vivir su vida, cosa que no me gustaría, porque se va a dar cuenta a los 30,... y tantos años viviendo así, no son ni 2 ni 3 que en la vida entera de una persona no son nada, pero 30 sí lo son, es un tercio. y da la casualidad de que son los de más disfrute, juventud, suponiendo, buena salud, diversión, formación y viajar con los amigos... Se puede ser pleno desde casa, pero con resignación y sumisión, por no tener conflictos, esto no va así.
No soy guerrillera en especial, pero cuando me tocan, no me callo, debería (a veces me resigno y cambio de pensamiento, la resiliencia = resignación). Los hay que se creen que están por encima del bien y del mal, menos mal que Dios existe y ellos o ellas, se lo crean, pero machacar a los demás, si impunidad alguna, remordimientos, arrepentimiento, ni se les pasa por la cabeza, sin escrúpulos (resiliencia=sumisión) no me parece. Hoy me pasó algo que
no fue tan terrible, pero sí dispusieron libremente de mi tiempo, no contaron con decírmelo, me enrabieté, lo cual era innecesario, pero hay cosas que no puedo evitar, y empezaron por joderme un día que se presumía iba a ser la repera.
No me callé, no soy sumisa, con toda la educación que pude sacar con el corazón que se veía cómo palpitaba, se lo dije a esta persona, que se molestó, lo cual me hace pensar que tiene sentimientos, aunque no sé si fue por otra razón que me reservo. Creo que no sirvió de nada, yo rulando tol día a la cabeza, mientras ... en fin, sé cómo fue mi mañana, no la suya, de modo que no opino.
Cómo habrá sido la semana... Que mi compañera de nivel, me dijo muy sabiamente, pero sin contar que tengo familia:_ Inés cuando llegues a casa, acuéstate y no te levantes hasta que volvamos al cole el miércoles... la mala suerte que tienes, qué joé!!!
Pasando los 40 ya...8 que 80... se nota que hemos estado con Gloria Fuertes esta semana del libro.
Disfrutad el puente y pa vosotros la vida que desconecto!!!